¿Qué ojos te pondrás antes de salir de casa?

¿Qué ojos te pondrás antes de salir de casa?
Me pregunto si está bien tratar,
una vez más, 
ser parte del buzón de tus pensamientos.
Quisiera encontrarte,
ser la sombra de los dados que lanzas
sobre el cordón de la vereda.
Y jugar los juegos
que revelan tus palabras y la lluvia.
Y el viento; esa página secreta
donde reservas tu voz.

Te estoy buscando sin buscarte,
como el niño flojo que ha encontrado el abecedario
y lo ha convertido en una señal de diversión.
Estoy pensándote:

¿Con qué palabras voltearías la mirada?
No necesitas ser tan seria como tu maleta,
ni tan formal como los papeles que rayas.
Sonríe y baila,
y sé sincera; apiádate un poco de los relojes.

Y ya no seas tan cruel con este chico torpe,
porque es el único que ha descubierto
que el mundo es más frágil durante las mañanas.
¿Eso no te dice nada?