Me gustaría que dijeras las cosas más absurdas...

Me gustaría que dijeras las cosas más absurdas, siempre tuviste ese aire de genio somnoliento. ¿Por qué no le sacas en cara a las personas tus chistes más ridículos? Hazles saber que las creaciones más hermosas han salido de sonrisas torpes como la tuya y de estaciones idiotas que uno puede encerrar en los bolsillos.

Es que es triste ver cómo es que nadie entiende por qué el viento revolotea sus cabellos. A nadie le importa el sol, ¿sabes? Por eso es necesario que derrames tus pensamientos más vergonzosos sobre las flores y las historias sobre tus tragedias más subestimadas.

Enséñales también cómo enamorar una tarde y los pasos de baile que inventaste cuando descubriste esa nube... ¡Oh y diles de esa madrugada azul en la que aprendí tu nombre antes de desfallecer en uno de tus lunares!

Y si a mí me dejas uno de esos deseos que le robaste a las estrellas cuando aprendiste a atraparlas con tus pestañas, yo pediría que me conviertas en una de tus anécdotas y un listón que contiene el más sagrado de tus secretos.    

Después de todo, siempre me ha gustado contemplarte mientras creas sueños allá arriba junto a los gatos que se aman bajo la luz de la luna. Momentos en que el arte nace bajo el dorso de tu mano y ya no tengo que fingir felicidad ni esconderme entre las hojas, porque sé que vives pura y lenta como la mañana gris que se siente dichosa de saber que la lluvia le ha traído un pequeño rastro de inocencia.

Comentarios

Entradas populares