Hay tardes tranquilas en las que creo que te he olvidado...

Hay tardes tranquilas en las que

creo que te he olvidado.
Entonces dejo que el otoño caiga
y me aparto de esas pastillas
que hacen que ya no anhele tu nombre.

Algunos días nublados siento que
lo único que hago es quererte; sin ficciones.
Como el azar a la ruleta rusa,
como la suerte al desprevenido.
Entonces te llamo y me siento solo,
porque no contestas, porque te he perdido.

Otras veces siento que te odio tanto,
como si nunca te hubiera amado.
Entonces mi corazón se arrepiente
por lo que hiciste y más aún por haberlo soportado.

Sin embargo, hay más noches pluviosas
en las que las estrellas traen tu recuerdo.
Momentos como esos solo me hacen pensar
que al igual que Calypso, lo nuestro fue una maldición:
"Dos tontos que hacen de todo por alejarse, sabiendo bien
que están destinados a nunca poder decirse adiós".